jueves, 2 de septiembre de 2010

Las Joyas del reality.

Hola, loco.

Pido disculpas a quien esperara mayor continuidad. He sido operado –ya estoy bien, gracias- y he estado de vacaciones. Ahora no dispongo del mismo ordenador, apenas puedo leer el blog y no podré responder a vuestros amables comentarios.

Una amiga me sugirió que incidiera en los temas de educación, de cortesía concretamente. Para mí es un tema tangencial, que ha de salir entre mis quejas. Importante, sin ser principal. Por ello, me agradó la idea de "Las Joyas de la Corona". Me causó buena impresión la versión anglosajona.Como ya dije, la buena intención es la base de la buena educación.

Lo que vi en la primera entrega no me convenció. Mal empezamos, si Josemi Rodríguez-Sieiro es referencia. Dejando aparte que siempre me han dado repelús los ultra-conservadores con pluma, que no me cuadran. Quizá sea prejuicio mío, exagerado por mi aversión a la hipocresía. Tiene esa actitud sobre-actuada de… nariz arrugada, tendencia a valorar las cosas económicamente y otros detalles desagradables. Precisamente había aquí denunciado la mala educación que delatan. Sobre la ropa, la mayoría se habrá dado cuenta. No se viste para estar acorde a la situación y al resto de invitados, lo hace para destacar. Incluso pareciera que lo hace para quedar por encima, sobre todo cuando insiste en que su ropa es mejor. Según la definición clásica no viste -ni se comporta- elegantemente.

La persona elegante no peca de exceso.
La elegancia también es una actitud personal, que acompañada de naturalidad permite alguna excentricidad, pero no todas constantemente. Por cierto: dar lecciones de educación y estilo a quien no las espera, corrigiéndole en publico, es impertinente y terriblemente maleducado.

Así, no vi la segunda entrega. Me había quedado la sensación de una escuela de nuevos ricos o de petimetres, de los que hacen reír en ciertas reuniones si no sacan los pies del tiesto. Sin embargo vi la tercera. En ella oí a don Liberto dar claves sobre el verdadero sentido de la buena educación, también oí algo similar en boca de doña Mariasela Álvarez. Buenos consejos, destinados a mejorar a los jóvenes alumnos desde lo profundo, que no solo les convertirán en personas educadas –si los asimilan- sino mejores personas, incluso personas de éxito.

Las enseñanzas de otros profesores adquieren valor en este contexto positivo. Las de doña Bárbara de Senillosa , incidiendo en un nada desdeñable respeto a los demás, toman autentica dimensión. Lo digo a pesar de la actitud que tiene, hiriente en ocasiones ¿Soy el único al que le recuerda a aquella doña Alicia de "Curso del 63"? Ser cortante con un subordinado irrespetuoso –que es lo que son algunos alumnos- puede ser justo y necesario, pero hay que dosificar mucho y no presionar gratuitamente. Especialmente cuando se es ejemplo personal, y en este caso son el único modelo para sus alumnos.

En este punto el balance es positivo, incluso teniendo en cuenta la actitud de Nacho Montes, aún más hiriente aunque nazca de la buena intención. Sin duda, como profesor en una academia de este tipo, hay cosas que debe decir a sus jóvenes. No le falta razón, valor para asumir el papel de "hueso", e incluso acierto. Otra cosa es que presione demasiado y no sea modelo en las formas, se pasa. Respecto a su validez en la materia concreta que le ha tocado… solo diré que si el antes mencionado Josemi volviera a hacer de muñeco de ventrílocuo, Nacho Montes no desentonaría de pie, detrás suyo, metiéndole la mano por detrás. La mano, señores, por favor, castamente.

Carmen Lomana es educada y predica actitudes positivas, como no darle a las cosas valor por el precio ¿Sería así sin recursos ilimitados? Como ejemplo vital, no la pondría de máximo modelo ni aunque los alumnos estuvieran podridos de dinero.

Un inciso. Conozco suficientes, criados en ambientes exclusivos, para asegurar que la forma de hablar de la directora no es el resultado del botox o un error de quirófano, como dicen malas lenguas. Algunos realmente hablan así de exagerado. Es acento que queda en distinto grado. De hecho, hay quien habla con cierta normalidad teniendo hermanos con ese defecto. Su forma extrema no es necesaria para nada que no sea marcar diferencias, quien de joven se sintiera inseguro. A partir de cierta edad es prácticamente incorregible. Intentar imitarlo en serio –hay quien lo hace- es penoso: se nota y queda aún más ridículo.

He estado viendo capítulos y, al final de cada uno, expulsaban –groseramente, por una trampilla- a un alumno. En los que he visto, desechaban a jóvenes comedidos, discretos, prudentes y alguno incluso aplicado. Salvan repetidamente a concursantes que demuestran –con hechos, no con palabras de última hora- no tener mínima intención de darse el más leve pulido, ejemplos de zafiedad y desprecio a los demás. Hasta se introducen nuevos alumnos de su cuerda. Como dicen los programas que ponderan "Las Joyas de la Corona", son los que más juego dan. A los otros se les da aviso: queremos verte más participativa, más interactiva, más real… menos contenido… Al final, se ve que es falso, que es solo maquillaje, que es otro "reality show" donde lo que prima es armar escándalo –llámenlo polémica- y dar (el) espectáculo.

¡Ah! Pero a este mundo hipócrita llega la bendita locura, y en mi loco mundo hay alumnos que se quedan con lo que vale, con la esencia, y dan una lección de dignidad a los profesores. Los dos últimos no se resignaron, no cedieron, perdieron adrede la prueba final –incluso ayudando a su oponente- y se marcharon con la cabeza bien alta. Superando nervios y bisoñez, dejaron clara su postura con toda educación  y sin estridencias, sin faltar pero con rotundidad. Bravo.

P. D. Por cierto, a los que han visto el programa, se cometen errores. Por ejemplo, en uno de esos exámenes finales dieron por bueno que un tenedor sin cuchillo  se coloca a la izquierda.

2 comentarios:

  1. y en el capitulo de hoy no perdieron la oportunidad de reprochar la actitud de último expulsado, recalcando una supuesta soberbia y falta de preparación, para autoconvencerse de que la nominación fue acertada.

    ¿acaso debía agachar la cabeza y soportar la humillación de permitir que te digan en la cara que eres peor cuando eso es manifiestamente falso? Cuando sabes lo que vales y sabes defenderlo nadie con educación te dice a la cara lo contrario

    realmente carmen y compañia quedaron mal el otro día, pero hoy aun han quedado peor

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  2. Aunque yo no sigo el reality, me gusta lo que dices, y me parece más que acertado. Ya que por extensión esta zafiedad impera en todos lados.

    Ya se sabe lo que se ha impuesto como elegancia no es más que la estética y el comportamiento de telecinco. La cultura y los buenos modales te convierten en un freaky, una pena, pero ya no se valora.

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